martes, 26 de mayo de 2015

Despejando la mente.

Tras un largo parón, que yo esperaba que iba a ser aún mas largo, vuelvo a coger la caña aunque fuese solo por una tarde y sin saber cuando será la próxima jornada. Antes de comenzar la crónica sobre la tarde de pesca, dar la gracias a Santi que hizo algunos kilómetros mas, dejando atrás buenos pantanos para ir a un pantano del que solo teníamos un recuerdo y no era muy bueno.

Todo comenzó ayer, cuando suena mi despertador a las 7 de la mañana, tras haberme acostado a las 4, para ir a hacer un examen a la universidad. Al salir del examen a media mañana me llega un whatsapp de Santi comentándome que era probable que me recogiera a la hora de comer para echar una tarde de pesca, también con su hermano Álvaro. Tras este whatsapp se me quitaron todas las ganas de esa siesta legendaria que me iba a echar, ya solo quería pescar.

A las 15:00 de la tarde me recogen y tras recoger los bocadillos típicos del universitario, por mayoría absoluta y en contra de Santi, que mas tarde nos lo recordaría, decidimos ir a Vadomojón, eso si no sin perdernos antes. Preguntando se llega a todos sitios, y al final llegamos al agua, aunque fuese a la cola de al lado del pueblo de Noguerones, seguramente muy poco pescada y trillada. Al llegar allí  ya sabíamos que lo que íbamos a pescar era un olivar con mucho barro y algunas ramas que otra sumergida que marcarían la tarde de pesca.



Montamos las cañas, Santi empieza con un Hearttbreaker, Álvaro con un Crankbait y yo con un senko montado a split shot. Comenzamos a pescar y no vemos mucha vida, con la duda de si había alburnos o no en este pantano, ya que habían dicho que no había, y si los había no eran muchos. Avanzamos por la orilla pescando, todo tipo de profundidades y nada. Llegamos a una recula, un poco dificil de cruzar, se adelantan Santi y Alvaro, como es normal ya que soy muy torpe andando por las orillas, y cuando consigo sobrepasarla escucho una voz al otro lado de una punta, ¡Curra, a ti te gusta esta mierda mira!, levanto la cabeza y PUMBA! Pez de 1,700 kg de Álvaro que ya tenía cachondeo para rato. El pez lo sacó con una criatura al montaje texas en un árbol sumergido, que picó como un “tractor”.


Avanza la tarde de pesca, llenándonos de barro, ya que era difícil andar por ese barrizal y teniéndonos que meter en el agua para pasar por algunas zonas, viendo algunas “zurraspas” por las orillas pero poco más. Yo empezaba a olerme el bolo, y conociendo a Santi que siempre se las ingenia a ultima hora para sacar el pez quita-bolo, pensaba que me lo comía yo solo. Continua la tarde y sigo sin tener picada. Santi comenta que tiene un par de ellas hasta llegar a la última recula que teníamos pensado pescar en la que de nuevo tuvo una última picada, igual que su hermano pero sin conseguir sacarlos. Eso si esta recula estaba petada de carpas, ya podrían ser Black Bass...

Decidimos volver al coche sobre las 20:00 o un poco antes, con la idea de no pescar más, observamos actividad en mitad del pantano, y Álvaro dice que son alburnos, y que si queríamos pescar la recula donde habíamos dejado el coche y ya que no teníamos mucha prisa,decidimos que si. Santi llevaba montada una hélice para pescar a superficie, yo continúo con una Spinnerbait y Álvaro con un Swimbait de vinilo. La superficie de la recula estaba llena de “mierdecilla” por así decirlo y llena de ramas. Santi hace un lance a ras de orilla por encima de unos troncos, y mientras le da una calada al cigarro, se escucha zaaas! Y como puede clava, ahí está ya lo decía yo, empezaba a tardar en llegar el pez quita-bolo, me extrañaba. Pez de medida con unos 600 o 700 gramos. Se acababa la tarde y el bolo ya se venía conmigo, Santi avanza pescando hacia el interior de la recula para salir para el coche un poco mas adelante y Alvaro se sube directamente. Yo no me muevo de la zona donde Santi había sacado el pez ya que veía una actividad más extraña de lo común cerca de la orilla. Hago un lance a los mismos troncos donde Santi había sacado su pez a ras de orilla ya que me extrañaba ver a los alburnos tan pegados, pero esta vez desde el lado izquierdo. Comienzo a recoger el lance y de repente, pum, parada en seco y clavo! Empiezo a recoger y ahí está! Ya no me voy bolo y encima como tiraba, esta spinner no para de darme alegrías y el día con nada de aire y soleado, pesca en todas las situaciones de pesca.



Y ya si decidimos dar el día por concluido, al menos habíamos tocado todos escama, aunque es probable que ya no toquemos mas escama de este pantano, pero nunca se sabe. Así acaba una tarde de pesca que para nada me esperaba y que me ha venido muy bien para continuar fuerte en esta época de exámenes. Da gusto tener amigos así y compartir esta afición.

Saludos y hasta la próxima.

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